Scythe Lore

Idas de pelota en general y onanismo musical en particular

lunes, marzo 05, 2007

Un poco destrozado

Llevaba una temporada haciendo vida “casi decente”, sin retirarme excesivamente tarde los fines de semana y volviendo a casita nada más cerrar la tienda (de esto último tiene bastante culpa el estar enganchado a “Me llamo Earl” y “Becker” y el haberme hecho con un reproductor divx que se lo come todo conforme baja de la red). Pero quitando la excepción, completamente justificada, de carnavales, la semana pasada volví a caer en el reverso tenebroso de los vapores etílicos.

El jueves había quedado con Silvia, la amiga de Ibiza de la que ya os hablé hace algún tiempo. Como últimamente está un poco obsesionada con el tema del peso y el régimen nos fuimos a cenar al Fresc’ co, un buffet de comida “supersana”, en el que uno no va a encontrar más que ensaladas y pasta, vamos que hasta el menú del Bar Rambo tenía más variedad que ellos. Pero lo bueno del asunto es que de domingos a jueves también tienen buffet libre en las bebidas (o fill & refill como dicen algunos), y los jueves en particular también están incluidas las cervezas. Cuando llegamos al barrio ya íbamos un poco doblados y las cervezas de cereza terminaron de dejarnos K.O.
Me estuvo contando que está harta de Ibiza, que sigue sin encontrar trabajo, que vive en un pueblo en el que no hay nada que hacer y que solo se relaciona con su novio y sus suegros. Aunque de vez en cuando se va a la ciudad la cosa allí tampoco está mucho mejor, me cuenta que la oferta de ocio es casi nula, en las dos salas de cine que hay en toda la isla solo ponen comedias románticas y películas para adolescentes. Cuando busca algún disco o libro lo normal es que no lo encuentre y le toque pedirlo por correo, puesto que allí solo tienen unos pocos en algunos kioscos. Y sobre los locales para salir de marcha creo que ya os podéis imaginar lo que me contó. Hasta este punto yo ya sabía la historia, ya que desde hace unos meses me la ha estado contando, una y otra vez, por teléfono y messenger. Lo que no sabía es que la relación con su novio también había quedado atorada en un punto de hastío y desgana, aunque tampoco me extrañó viendo lo a disgusto que está viviendo allí, sin amigos y sin nada que hacer excepto quedarse sola en casa mientras él trabaja o se va con sus amigos. Me dijo que ya tenía decidido dejarlo con él e irse de allí, pero conociéndola como la conozco sabía que no se decidiría a hacerlo hasta tener otra persona (a su ex tardó en dejarlo casi un año, lo que tardó en conocer a su novio actual), así que le eché una pequeña reprimenda, le dije que no fuera tan insegura y que si tenía que hacerlo lo hiciera por como iba la relación y no se quedara esperando a otro.

Después de la charla nos fuimos a casa a dormirla.

El viernes quedé con Elena, Noelia, Raquel y el primo de Raquel. A las dos últimas es difícil verlas últimamente, desde que alquilaron un piso con Isa apenas salen de allí y eso que casi son vecinas mías. Como el primo de Raquel había venido desde Madrid de visita decidieron sacarle a pasear por el barrio. Quedamos donde siempre y luego nos fuimos al Supporter y dimos media vuelta nada más cruzar la puerta (el dj debía haberse confundido de local porque la música era realmente abominable), de allí nos encaminamos a La Vereda, que estaba tan petado como siempre. Subimos al primer piso y comenzamos atacar calimochos. Elena se retiró pronto porque tenía una comida familiar al día siguiente, y yo debería haber hecho lo mismo teniendo que trabajar, pero las ganas de juerga me pudieron. Tras varios cubalitros más y sin parar de dar botes con el ská, se nos unió otro chico (creo que ellas le conocían) y Noe y yo terminamos gritando a dúo de forma casi ininteligible la de Entre Dos Tierras. Decidí que ya estaba bien y me despedí del resto para irme a casa.

El sábado ya notaba que mi cuerpo no estaba en el mejor estado posible, el cansancio me estaba venciendo, pero finalmente saqué fuerzas y me fui al cine a ver The Host con Andrés, Enrique, Sergio, Vuarnet, Marisa, David y su chica. Creo que a la mayoría no les gustó mucho, pero a mi me encantó. La mezcla de estilos y la manera en la que están rodadas las escenas con el bicho, casi todas en plano-secuencia. Es rara, distinta, original.
Luego fuimos a cenar al Foster y de allí al barrio y cuando Andrés y Enrique decidieron que teníamos que ir al Directo “porque allí van las tías” me despedí y me fui a casa a quedarme en estado catatónico hasta hoy.

Por cierto el jueves estarán en nuestra ciudad Marah, banda de Philadelphia (donde el queso) que se enamoró de nuestro país en su anterior gira y ahora vienen presentando un dvd integramente grabado en conciertos que hiceron aquí.

Marah – Sooner or Later in Spain