Recogiendo los trastos

Durante una temporada no voy a postear tan a menudo como quisiera, a los quebraderos de cabeza que trae montarse una empresa se me han sumado los de buscar un piso al que trasladarme. En un principio pensé en volver a casa de mis padres, ya que para mí sería un empujón realmente importante ahora que todo son gastos, pero como siempre, cuando más les necesito, se dedican a machacarme e intentar encontrar alguna fórmula por la cual yo tengo la culpa de todo aquello que me haya ocurrido.

He estado dándole vueltas una y otra vez a compartir o no un piso de alquiler, no me hace ninguna gracia meterme con desconocidos, pero lo más económico que he encontrado de piso completo y que sea habitable son unos 450 euros, por una habitación en piso compartido la cosa ronda los 200 euros. Finalmente creo que me decantaré por la segunda opción, de momento voy a ver unos cuantos pisos más antes de decidirme por uno. Hoy veré otro compartido por la zona del Pla, cerca de donde estoy ahora mismo viviendo. Lo que más me jode de todo esto es que elija lo que elija será algo temporal, tarde o temprano tendré que irme de allí para meterme en otro sitio y ya estoy harto de tanta inestabilidad, todo es temporal en mi vida, los trabajos, los domicilios, las parejas… recuerdo cuando con 16 años le comentaba a un compañero que no sentía que la casa de mis padres fuera mi “hogar” y casi 14 años después sigo igual, más gordo y con menos pelo pero sin tener un sitio al que llamar mi hogar, un trabajo al que llamar mi oficio ni una mujer a la que llamar mi pareja.

Perdonad por la monserga.
CatGeneral