Uno de esos días absurdos

Hoy es un día de esos absurdos, me encuentro desubicado, tenía mil cosas que hacer y al final tengo la sensación de no haber hecho nada. También me han ayudado unos cuantos clientes mareones que se han pasado por aquí para entretenerse haciendo preguntas tontas y pidiendo que les mostraras esto o aquello, para al final no comprar nada.

No se como me las arreglo pero últimamente acabo metido en las conversaciones más extravagantes, e incluso inverosímiles, para mí claro, que no termino de creerme como me encuentro en una conversación sobre el mundial o el Roland Garros. Y todo esto por culpa de empezar a hablar del tiempo, te van enredando y al final no sabes como escapar de la situación. Y ya sabéis lo que me la sopla a mí el deporte televisivo (por que el pressing catch y la lucha mejicana no se consideran deportes, ¿no?).

Pero pese a todo lo dicho en este post y anteriores, hoy me siento bien, porque mi hermana Violeta ya tiene una casita de su propiedad allí en Madrid, porque mi hermana Aurora y yo somos el dúo más destroyer del Singstar cantando el “I’m Walking on Sunshine” de Katrina and the Waves (y reto a una competición a quien se atreva a dudarlo :D), porque he soltado muchas cosas que me estaban ulcerando las tripas, porque después de todo esta tarde he hecho buena caja y porque en la puerta me está esperando una señorita para que la lleve a cenar y no voy a dejar que se impaciente.

Besos.