Scythe Lore: Dios Nunca Estuvo De Tu Parte

Llevo escuchando el Kiss of Death de Motörhead desde hace un par de días, no para de atronarme una y otra vez desde el mp3. Y definitivamente es la obra más deliciosamente bestia que ha compuesto Lemmy Kilmister en los últimos 12 años.

Permitidme que haga un poco de abuelo codoñeta. En septiembre de 1986 yo cumplía exactamente 10 años y por entonces mi alma ya estaba vendida al rock. Desde que poco tiempo antes había visto el Live After Death de los Maiden, mis paredes estaban forradas con posters de este grupo y me había hecho con unas cuantas cintas grabadas de los Saxon, Helloween, Stryper, Judas Priest, Kiss, etc… En aquel cumpleaños varios amiguitos de la calle se juntaron para hacerme un regalo conjunto, algo que ya terminaría de cambiarme para siempre y de torturar a mis padres: el musicassette original del Orgasmatron de los Motörhead.

Desde entonces he sentido auténtica pasión por este grupo. Puede que no sean los más virtuosos y sensibles de la escena rockera, y que sus composiciones no sean nada extraordinario, y que la voz monocorde y destrozada de Lemmy sea como un eructo en la cara, y que su forma de aporrear el bajo sea lo menos ortodoxo y más ruidoso del mundo. Pero mi corazón está con ellos. Kilmister ya era una leyenda antes de montar a los Motor, su carrera con los Hawkwind ya había sido polémica y problemática, y en sus inicios, Motörhead, fue apodada por la prensa británica como “la peor banda sobre el planeta”.

En varias ocasiones estuvieron a punto de disolverse por falta de éxito hasta que una discográfica les dio la oportunidad de grabar un single, aprovecharon el tiempo que les concedieron en el estudio para grabar un LP completo (con dos cojones), su primer LP y la compañía finalmente accedió a publicarlo. Con el tiempo fueron haciéndose un reducido grupo de seguidores bastante fieles. Y entre 1980 y 1981 con la publicación de Ace of Spades y unas colaboraciones con Girlschool, tuvieron el que probablemente haya sido el mayor éxito de su carrera. El resto han sido constantes altibajos, hasta 10 años después, en 1990, no firmarían con una multinacional, Sony, pero fue una relación problemática que apenas duró tres años, para acabar en una independiente alemana que solo tenía experiencia en música tecno. Durante esta última década sus discos han tomado un cariz más punk y combativo, y la banda está perpetuamente de gira, dicen que por pura supervivencia, que si no fuera así no tendrían ni que echarse de comer a la boca. Algo de verdad debe haber en ello cuando el propio Lemmy vive en un cuchitril de veinte metros cuadrados en el que apenas hay sitio para su colección de objetos de la primera y segunda guerra mundial y un camastro donde dormir (bueno, eso y que también debe gastarse lo suyo en alcohol y malas mujeres).

Ahora que en los últimos años ha habido un pequeño resurgimiento del rock, los Motor han regresado a su sonido clásico y han grabado su mejor disco desde el mítico Bastards. Quizá no esté a la altura de aquel o del 1916 o del Orgasmatron o del Ace of Spades, pero es un gran disco. Desde la inicial y demoledora Sucker hasta la machacona Going Down. Los temas son los de siempre, jugadores, drogas, rock and roll y relaciones tormentosas, los temas que mejor conoce el de Staffordshire. La única balada del disco y una de las pocas de toda su carrera, God Was Never On Your Side, parece dedicada a si mismo.

Como no encuentro videos de este último disco os pongo algunos clásicos de la banda.

Motörhead & Girlschool - Please Don't Touch