Scythe Lore

Idas de pelota en general y onanismo musical en particular

domingo, julio 29, 2007

Alguien ha puesto algo en mi bebida (espero que sean biodraminas)

A buen entendedor...

Y de paso pongo un video que junta las mejores escenas de Cary Grant churrando (empinando el codo, tirando a los palomos...) con los Ramones. No es que sea muy bueno pero me ha hecho gracia.


Somebody put something in my drink

viernes, julio 20, 2007

I lived on the Moon

Me quito el sombrero, me pongo en pie y pido una ovación para Yannick Puig (por el vídeo) y para Kwoon (por la música).

Os recomiendo que visiteis la web y que os lo bajeis en alta calidad, merece la pena.

Sin más dilación aquí os pongo esta obra de arte de 4:32 minutos que, como tantas otras cosas interesantes, he descubierto gracias a Oink!

El juez Del Olmo secuestra la revista "El Jueves" por "injurias a la corona"

Pues eso, si no teneis el último número de "El Jueves" corred a vuestro kiosko antes de que llegue la policía a confiscarlos. Aquí un enlace a la noticia.

martes, julio 17, 2007

Edición Definitiva

Hace ya 25 años que nuestro futuro, oscuro y lluvioso, se ve roto por el bullicio del crecimiento demográfico, por las intensas luces de neón, por los anuncios de refrescos y del “mundo exterior” y por el zumbido de los spinners policiales sobrevolando la ciudad.

Hace 25 años ya que los replicantes-obreros, procedentes de las minas coloniales, vuelven al útero terrestre en busca de respuestas, de una solución a sus exiguas vidas, a mostrarnos lo que es la humanidad, ahora que la hemos perdido. Y contarnos, mientras sus lágrimas se mezclan con la lluvia, como es eso de ver cosas increíbles, naves en llamas más allá de Orión y Rayos C brillando en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser.

Hace 25 años que se estrenó una de las obras maestras del cine, y ahora vuelve en la que su creador asegura es la edición definitiva, la que la Warner no le dejó hacer, ni tan siquiera en aquel falso “Director’s Cut”. Quizá solo sea otra excusa para volver a sacarnos el dinero por la misma película, pero ¿Quién se resiste a una edición de 5 dvd’s y un nuevo estreno en pantalla grande?



viernes, julio 13, 2007

nine inch nails - Year Zero

Como ya escribí en una entrada reciente, pienso que estamos viviendo una buena época en lo que a música se refiere. No tan buena como la primera mitad de los 90, pero cada vez se pueden encontrar más jugosos frutos a los que dar un buen bocado de placer auditivo. El requisito es buscar, no anquilosarse en las radiofórmulas y sobre todo no perder el sentido crítico, porque al final te acabas creyendo que lo que le pasa al del Canto del Loco es que tiene “rock attitude”.

Pero claro, una cosa es que haya buenos discos y buenas bandas, de las que te estremecen en directo (oh Marah!), y otra encontrarse con una obra que, probablemente, sea de las primeras piezas de orfebrería musical de este siglo. Y es que aunque ya sabía que Mr. Reznor es un individuo talentoso no me podía imaginar que tras With Teeth (2005), nos iba a traer un artefacto sónico como este. Ojo, no estoy diciendo que el anterior disco sea malo, ni mucho menos, simplemente fue más… ligero, con menos pretensiones, más directo, más crudo, más rockero, y desde luego eso no me parece nada negativo, pero tan poco te hace esperar que lo siguiente sea una obra conceptual de la envergadura de Year Zero.

No es raro en Nine Inch Nails hacer que las canciones de un disco giren sobre un tema más o menos común: The Downward Spiral (1994) era prácticamente el diario de un yonki, la bajada a los infiernos de la droga de su creador, lleno de rabia y violencia y con el desasosiego final de verse incapaz de salir del agujero (impresionante Hurt). En The Fragile (1999) nos desnudó su alma, enseñándonos los miedos y debilidades de alguien que ha estado durante tanto tiempo unido a una pareja destructiva, y ahora duda que pueda vivir sin ella (sí, otra vez la droga). Luego, una vez limpio y recuperado, nos hizo un disco de canciones autónomas como fue With Teeth, aunque en más de una se percibía una crítica al gobierno de Bush Jr. Y está claro que ese tema ha seguido dando vueltas en la cabeza de Reznor, y ha cuajado en esta historia futurista de gobierno totalitarista.

Todo aficionado a la ciencia ficción sabe que esta suele ser un buen vehículo para hablar, metafóricamente, de problemas actuales o de hacia donde nos pueden conducir determinados aspectos de nuestra sociedad. De eso trata Year Zero, de lo que podría ser el futuro de un gobierno a favor de la guerra preventiva, del recorte de libertades por la seguridad del pueblo y de que no le interrumpan el sueño si un huracán se lleva por delante una ciudad con mayoría de opositores. Así nos encontramos en una sociedad donde la felicidad es una imposición legal y para ello se suministra al vulgo de sustancias que eviten cualquier sentimiento de disconformidad y que hagan más placenteras y duraderas las actividades de ocio y consumo (como podéis comprobar algo totalmente alejado de nuestra realidad). Y así dividida en capítulos-canciones, va desarrollándose esta historia que deja clara la influencia de Orwell y Huxley.

El principio con Hyperpower!, una pseudo-marcha militar, deja claro que aquí va a imperar la electrónica enrarecida y las guitarras han pasado a un segundo plano. Después llegan las primeras joyas del disco, The Beginning Of The End y Survivalism, lo más rockero que vamos a encontrar en él. Pero en mi opinión lo mejor está en los momentos en que consigue turbarnos a base de ruidismo industrial, como en Vessel o la genial Me, I’m Not. Una de las cosas que más me ha sorprendido es lo suelto que se nota a Reznor cantando. Es sabido que no tiene ningún derroche de voz, es buen compositor, talentoso productor e imaginativo ingeniero de sonido, pero los hados no le dieron unas cuerdas vocales privilegiadas, así que siempre lo ha suplido con oficio, pero esta vez incluso se atreve con los falsetes o le da una entonación chulesca en canciones que lo requieren, como la ochentera Capital G. Otra de las grandes del disco es My Violent Heart, con un estribillo de lo más tecno-dance o la asfixiante The Great Destroyer con una segunda mitad en la que la canción se va descomponiendo así misma. Pero sobre todo me quedo con las dos canciones que cierran el disco, la preciosa In This Twilight y Zero Sum, otra opresiva pieza de ruidos electrónicos en la que poco a poco se van imponiendo el piano y el coro de voces.

Si este Año Cero es realmente trascendente, si es una genialidad de esta “era vulgar” en la que nos ha tocado vivir, solo el tiempo lo dirá. Al menos para mi no anda muy lejos de otras obras conceptuales que marcaron historia, como The Wall o Antichrist Superstar.



Survivalism

martes, julio 03, 2007

Don't Worry About Me

El sábado el ambiente era bastante distinto en el Cure. Nunca vi el local tan lleno, practicamente era imposible entrar y la gente se acumulaba en las calles Tarifa y Virgen de Belén. Muchos dejaban de recuerdo una frase o firma en la pared de la calle Tarifa, mientras esperaban que se aliviara un hueco para entrar.
Había quien no pisaba el local desde hacía años y se acercaron a recordar viejos tiempos y despedirse. De hecho me encontré con un vecino y su esposa que me contaron que se habían conocido allí a finales de los 80. Y como esas muchas historias más... especialmente divertida la de la chica que escribía en la pared que su hijo se gestó allí.

Pese al buen rollo y al cachondeo se respiraba la tristeza, también la rabia porque los especuladores y la presión urbanística acabe con un lugar tan mítico, y algunos se abrazaban y dejaban caer unas lágrimas.

Pasadas las 5 de la mañana, con el barrio cerrado ya, seguíamos allí, cantando Don't Worry About Me y con la policía local esperándonos en la puerta.