Automatic For The People

Este mediodía he llegado a casa para meterme en la cama y levantarme para volver a venir a la tienda. Estoy molido, como si me hubieran metido una paliza por todo el cuerpo y con la temperatura bastante alta, debe ser una epidemia porque ya se de otros que están igual. Pero bueno, aquí estoy al pie del cañón, es lo que tiene ser empresario :(

En fin, al tema.

R.E.M. es uno de esos grupos de los que yo no diría ser fan. Tienen un montón de buenas canciones y algunos discos fantásticos como Murmur, Life’s Rich Pageant, Document… Pero no siento tanta pasión por ellos como para considerarme un Die Hard Fan. Sin embargo su disco Automatic For The People me apasiona lo indecible, desde que lo escuché allá en el 92-93 cada poco tiempo vuelve a sonar en mi equipo, me pone el vello de punta desde que empieza con Drive hasta concluir con Find The River. Es un disco triste, mejor dicho melancólico, pero su profunda belleza me hace sentir bien, y eso que la melancolía es mayor al traerme tantos recuerdos de aquellos años, y escuchando algunas canciones no puedo evitar soltar alguna lagrimita dulce y amarga.

Os pongo los videos de aquel disco, aunque hay canciones que no fueron single y no son menos recomendables, como Ignoreland o, sobre todo, Try Not To Breath.

Drive

Man on The Moon (dedicada a Andy Kaufman)

Everybody Hurts

Nightswimming (que recuerdos de aquellas noches de agosto bañándonos en la playa a la luz de la luna)

The Sidewinder Sleeps Tonight


Find The River (que preciosidad de canción y de video)

Amigos

Me han echado un rapapolvo por no escribir más sobre mí y mis cosas y dedicarme demasiado a “eso de la música que pones”. Bueno, yo creo que últimamente he escrito bastante “sobre mí y mis cosas” incluso más de lo que debía haber escrito, y desde luego la música es una de “mis cosas”, para mí una de las más importantes y precisamente las pongo para compartir algo íntimo con vosotros y que me conozcáis mejor. Pero en fin, entiendo lo que querían decirme. ¿Queréis cotilleos? Pues toma.

“Los amigos de verdad los puedo contar con una mano y me sobran dedos”. Es algo que me dijo una persona querida siendo yo pequeño, y lo he recordado muchas veces a lo largo de mi vida.
Es cierto que con el paso del tiempo uno cambia de amistades, como decía Naus en su último post, pero también creo que los auténticos amigos, las personas que te quieren de corazón, están siempre ahí, les es físicamente imposible olvidarse de ti, aunque te encuentres en las antípodas. Bueno, a mí al menos sí que me pasa y me gustaría pensar que a ellos les pasa lo mismo conmigo (eh? y no quiero señalar a nadie, y menos a ningún díscolo azafato de vuelo :D )

Hace años hice una de esas amistades, éramos uña y carne, tenía una confianza con él como jamás tuve con nadie… En fin ya sabéis, todos hemos tenido un amigo/a así. Pero un día, no se que ocurrió, no fue lo típico del distanciamiento y cada uno tirar por un lado, no. De repente desapareció. Cambió de casa, de trabajo y no supe más de él.
Con el tiempo nos cruzamos un par de veces, nos saludamos fríamente y ya está. Supongo que debería haberle parado y preguntarle “bueno, a ti que te pasa?”, pero estaba tan resentido porque hubiera desaparecido así que no quería ni hablar con él. Alguien me contó que todo fue porque estaba molesto por algo que dije una vez. No se si esto es cierto, pero si lo es, yo no se que fue lo que dije ni por qué no lo habló conmigo, con la total confianza que teníamos.

Desde hace meses hemos vuelto a vernos, por asuntos de negocios. Al principio la cosa era un tanto excesivamente seria, casi diría que tensa, para luego estar un poco más distendida y coloquial. Durante estas fiestas nos hemos encontrado en la barra de un bar con un par de cervezas en la mano y, como sabéis, estas cosas obran milagros. Hemos hablado largo y tendido, nos hemos abierto un poco el uno al otro, entrando incluso en temas íntimos, y para mi tranquilidad he descubierto que pese a los años seguimos siendo los mismos. Dos personas muy distintas que comparten su punto de vista sobre la vida y sus problemas.

Creo que estoy recuperando a un buen amigo, al menos por mi no va a quedar. Y, por cierto, no nos encontramos en el bar, fui a buscarle yo, así que ojito los que os escondáis de mí que tengo mis fuentes :D

Añorando a Jeff

Ya hace 9 años que nos dejó Jeff Buckley, como pasa el tiempo, parece que ocurriera hace unos meses. Recuerdo perfectamente ese día, cuando me enteré de la triste noticia, igual que cuando Freddy Mercury (1991) o Kurt Cobain (1994), recuerdo con exactitud donde estaba y que hacía, aunque ya no tengo ni idea de lo que cené anoche, ¿cené anoche?

Su muerte me dejó un poco afectado, en aquel momento yo estaba enamorado, como tantos otros, de su primera y última obra, Grace. El disco de un perfecto desconocido que finalmente consiguió sorprender a crítica y público. ¿Qué puedo decir de su música que no se haya dicho ya? ¿La sensibilidad de sus composiciones y letras? ¿Su prodigiosa voz de más de tres octavas y media? Mejor os acribillo a videos.

La mejor versión que jamás se hizo del Hallelujah de Leonard Cohen. El silencio del público es tan sepulcral que casi parece que esté solo.

La desgarrada Mojo Pin también en directo.

El videoclip de otra de las grandes canciones del Grace, So Real.

Y la canción más rockera y premonitoria que jamás compuso. Eternal Life.

Hurt

Como no hay mucho que contar y ganas menos, vuelvo a salirme con un post videográfico.

Supongo que en su momento debió parecer la cosa más “bizarre” del mundo aquello de que Johnny Cash versionara una canción de Nine Inch Nails, pero como dijo el propio Cash, muchas de sus canciones de los 60 no eran menos oscuras que las de Trent Reznor.

Aquí os dejo el resultado de la unión de dos de los grandes.

Full of broken thoughts
I cannot repair
Beneath the stains of time
The feelings disappear
You are someone else
I am still right here

Couldn't remember The Greatest Song in the World

Esto va a ser breve.

Ayer la cosa estuvo un tanto muerta, la gente no se había lanzado aún en avalancha a las calles, estupendo, a más alcohol tocábamos los que salimos. Así que la noche transcurrió entre copas y cigarrillos y una agradable conversación entre cuatro. Bueno, excepto por el momento en que acabamos inmersos en la jovialidad de un grupo de diez yankis, una panda de borrachuzos simpáticos que volveremos a ver esta noche, breve pero intenso.

Esta noche tampoco me retiraré muy tarde porque mañana tengo varios asuntos que hacer a primera hora, sobre todo uno de ellos que lo llevo retrasando desde hace tiempo, así que aprovecharé que tengo las mañanas un poco más desocupadas.

Bueno, aquí os dejo un vídeo de Tenacious D. Otro día os daré el tostón hablándoos de ellos.

Les Fogueres, un viaje y otras petisoperías

Bueno, ya están aquí. Ya son Hogueras. Me han colocado una en la puerta de la tienda y una barraca un poco más abajo, así que me siento en el hojaldre del huracán, wooooOOOOAAAAAA.
Ayer y hoy he respetado mi horario habitual, bueno casi, al mediodía he cerrado un poco antes de las 14 para que me diera tiempo de llegar en una carrera a Luceros y ver la mascletá. Hoy ha estado especialmente sincronizada y han hecho uso de una buena variedad tonal, tanto de colorido como de sonido, y el final ha sido de los más épicos que recuerdo. El público entusiasmado ha hecho diversas ovaciones al maestro pirotécnico, que ha tenido que salir a saludar a los fans.

Allí me he encontrado a David (Cherokee) y me ha comentado que a partir de esta noche ya tiene abierto toda la semana, yo a partir de mañana cerraré todas las mañanas, ya que es cuando menos afluencia hay y que, bueno, hay que dormir ¿no? Tampoco os creáis que voy a estar toda la semana de fiesta loca, al menos dos días he quedado para hacer salidas en plan más tranquilo, por ejemplo mañana iré a cenar con Esther y poco más, que ella, como buena panadera que es, tiene que madrugar.

Cambiando de tema radicalmente. El domingo me surgieron varios planes: unos amigos montaron una quedada de Guitar Hero y Singstar, otros hacían partida de rol, mis padres querían que fuera de día familiar y una amiga me propuso ir a la playa y a comer por ahí.
Era la primera vez en mucho tiempo que venían tantas cosas de golpe y, aunque no me lo creo ni yo, dije que no a todas (y mira que con lo que me gusta canturrear me costó decir que no al Singstar). A los amigos les puse la excusa familiar y a la familia la de que había quedado ya con amigos (perdón, lo siento). Lo que realmente hice fue coger la mochila, subirme al tren y bajarme donde me tiraran. No es que haya mucho que contar. Estuve paseando por un bonito pueblecito costero de nuestra provincia y comí en un local de tapeo bastante pintoresco junto a la playa. El sitio en cuestión está decorado como una vieja bodega y parece ser que lleva muchos años abierto y ha sido bastante famoso, al menos eso creo por la cantidad de fotos firmadas por gente más o menos importante que tienen (había una de Pajares, de los reyes y hasta una de Tejero :S ). En fin un buen sitio para llevar a visitas foráneas.

Creo que no os comenté que me regalaron cuatro bonos de estancia de tres días cada uno para una red de hoteles de esas. La cosa pasó hace tiempo y ya ni me acordaba. Me dijeron que me los enviarían en una semana y han pasado como dos meses. Total la cosa es que ya los tengo aquí y parece ser que tienen hoteles por todo el mundo. La pega es que hay que pagar el viaje, pero a caballo regalado… Ya solo me queda decidir un destino, llamar para hacer la reserva y buscar un compañero/a de viaje.
Ah, se me olvidaba, también tengo que encontrar unos días para cerrar la tienda, en fin, ya veremos que hago.

Whip it!

Tras un par de días escuchando a la Polyphonic Spree constantemente, me dio otro ataque obsesivo-musical, ahora llevo desde el sábado sin parar de escuchar a Devo.
Iba a decir que no soy fan de Devo, pero ya no tengo claro donde está la línea que separa el que te guste un grupo a considerarte fan, puesto que he conocido personas que decían ser fans de, por ejemplo, Queen y jamás habían escuchado el Queen II o no sabían que tenían un disco llamado Jazz. Así que supongo que algo fan de Devo sí que debo parecer, aunque solo conozca el Are We Not Men? We Are Devo! y el Freedom of Choice.
Mi amigo Joaquín, un experto en Devología, me está poniendo al día con toda su discografía, versiones que han hecho de ellos otros grupos y youtubeándome videoclipes varios. Parece ser que lo mejor de esta banda son sus primeros “larga duración”, con ese sonido tan particular entre tecno y rock, esa filosofía sobre la involución de la especie humana y esas cúpulas de energía en la cabeza (a mi me parecen macetas de plástico puestas del revés, pero si alguien quiere regalarme una no diré que no).

Como es un grupo que no fue excesivamente conocido, menos aún en España, y probablemente no os suenen, aquí os dejo una interpretación que hicieron, en un programa de televisión de la época, de dos de sus mejores temas.

The Polyphonic Spree - Hold Me Now

Admiro a Tim Delaughter, pero no por ser un buen compositor y crear a la banda más grande, en número, sinfonía y color, de la última década, no. Le admiro por cómo lo hizo.

Tim lideraba en los noventa a los prometedores Tripping Daisy, hasta que la muerte del guitarrista Wes Berggren acabó desintegrando al grupo. A esto se sumó la pérdida de otros seres queridos y Tim cayó en una profunda depresión. Había pasado de abrazar una carrera ascendente y la felicidad, a perderlo absolutamente todo en un abrir y cerrar de ojos. Se encerró en su casa y en si mismo durante muuuucho tiempo.

Un buen día, algo debió cambiar en la mente de Tim, pues salió de su agujero dispuesto a llevar a cabo una idea loca, algo con lo que fantaseó alguna vez para llevar a cabo en la vejez. Enseguida se le unieron algunos ex-miembros de los Tripping Daisy, y a las pocas semanas contaban con más de veinte personas en la formación.

Así nació The Polyphonic Spree, una de las bandas más originales sobre la faz de la tierra. Con sus melodías sinfónicas y sus túnicas de colores, se pasean por los festivales de medio mundo predicando su mensaje de optimismo y esperanza.

Ahora mismo que me encuentro desolado, que ya he perdido la última esperanza sobre lo único que realmente me importaba en este momento de mi vida, y que las lágrimas se me escapan a la menor ocasión, escuchar a estos chicos es de lo poco que me hace sentir bien y ver lo positivo: cuando uno toca fondo solo queda el camino de subida.

Dos décadas después

La línea consta de un número infinito de puntos; el plano, de un número infinito de líneas; el volumen, de un número infinito de planos; el hipervolumen, de un número infinito de volúmenes... No, decididamente no es éste, more geométrico, el mejor modo de iniciar mi relato. Afirmar que es verídico es ahora una convención de todo relato fantástico; el mío, sin embargo, es verídico.

Me recorre un escalofrio por la espalda solo de leer ese párrafo, el primero de El Libro de Arena de Jorge Luis Borges. Fue mi primer contacto con el maestro argentino y sigue siendo uno de mis relatos favoritos.

Quería deciros lo que ha significado para mí este hombre, leerle, encontrarme con sus cuentos, degustar su contención adjetivadora… Sus breves mezclas de realidad y ficción que publicaba en periódicos a modo de artículo y conseguían desatar todo tipo de opiniones y enfrentamientos, llegando a confundir en ocasiones a letrados en la materia en cuestión. Genio entre genios, tiene un rinconcito en mi corazón en compañía de Poe y Lovecraft.

Tiempo después de su muerte, acaecida el 14 de junio de 1986 en Ginebra, se publicó en una revista francesa que Borges no existió, que fue un invento de varios escritores argentinos que se dedicaban a confeccionar los textos y publicarlos bajo ese falso nombre. Quizá no lo sepamos nunca, pero parece que esa historia fuera ideada por el propio Borges a modo de epitafio jocoso. Y es que si Andy Kaufman tuvo un escritor favorito, a parte de F. Scott Fitzgerald, ese debió ser Borges.

¡ACHTUNG SPOILER! No me resisto a poneros también el último párrafo:

Recordé haber leído que el mejor lugar para ocultar una hoja es un bosque. Antes de jubilarme trabajaba en la Biblioteca Nacional, que guarda novecientos mil libros; sé que a mano derecha del vestíbulo una escalera curva se hunde en el sótano, donde están los periódicos y los mapas. Aproveché un descuido de los empleados para perder el Libro de Arena en uno de los húmedos anaqueles. Traté de no fijarme a qué altura ni a qué distancia de la puerta.

Siento un poco de alivio, pero no quiero ni pasar por la calle México.

Unas cañejas

Creo que alguna vez ya he comentado que desde hace años no tengo buen sueño, suelo despertarme continuamente por la noche o tener la sensación de que ni estoy despierto ni dormido, con lo cual habitualmente estoy agotado. Últimamente me ha sucedido más si cabe y no he pasado pocas noches en vela dándole vueltas al tarro y magnificando los problemas hasta límites apocalípticos (¿por qué será que los problemas en la cama se convierten en colosales?). Pero llevo varios días saliendo de casa a eso de las 7 o 7:30 y andando hasta que llega la hora de abrir la tienda, suelo aprovechar que tengo el gestor, el banco, un proveedor y la tienda cada uno en una punta de Alicante, así que me meto unas buenas palizas a caminar. También he cogido la costumbre de por las noches tomarme una cervecita, y oye mano de santo. Anoche aprovechando que me hizo una visita el Sr. D. me pedí una pinta de tostada, Spitfire (porque la Kilkenny está desaparecida, aunque dicen por ahí que hay un local en un pueblo de la provincia donde la siguen sirviendo, pero claro esto me huele más a leyenda urbana que a otra cosa). Puesto que D., Javi y un servidor salimos de nuestros negocios casi a la misma hora, me plantearía lo de convertirlo en algo habitual. Bueno Javi de momento se nos ha escapado porque no le habíamos avisado con tiempo (excusas para quedar con alguna moza, seguro :D ).

El coche

Desde hace aproximadamente un mes se me acerca de vez en cuando una conocida de un conocido, para interesarse sobre como me va el negocio, que coche tengo o pienso comprarme y cosas por el estilo. La individua en cuestión creo que no se acuerda ni de mi nombre, puesto que siempre me llama “empresario”. Para más señas ronda los 35 y tiene un niño de una anterior relación.

La tía me da bastante repelús, no por la edad, ni por el crío, ni por físico, si no porque es, como bien dice una amiga parafraseando a Rosetta Forner, una damisela de diadema floja. O sea que busca ser una mantenida, nadar en regalos y pasta, y ser llevada de aquí para allá en un BMW. Y eso no lo va a conseguir de mí, principalmente porque no lo tengo y aunque lo tuviera tampoco.

Lo curioso es que hay unas cuantas así, o al menos esa sensación tengo, por que, ¿para que quiere saber una desconocida en que trabajas o que coche tienes? Quizá alguna lo pregunte por simple curiosidad u otro motivo que ahora mismo no se me ocurre, pero no puedo evitar que se me revuelva el estómago al oírlo y buscar otra conversación más agradable por el pub.

A la individua que comentaba al principio creo que ya conseguí ahuyentarla definitivamente cuando le dije: que el negocio solo tiene deudas, que no tengo carnet de conducir, que si alguna vez tengo dinero me compraré una casa para vivir solo y que no pienso comprarme un coche, menos aún uno caro. Por supuesto exageraba. Es cierto que no tengo carnet pero lo demás no es tan así.

Quiero sacarme el permiso de conducir de una vez por todas, pero antes tengo que levantar una empresa.

Me haré con un coche, y será uno seguro y que no gaste mucho. Lo demás me da igual. Pero también reconozco que entre los locos que andan sueltos al volante y que no quiero dar a ganar más a las petroleras, no está entre mis prioridades. Por no hablar del seguro, las reparaciones, etc. Vamos que no me atrae tener tantos gastos, pero también pienso que los sábados podría irme a hacer turisteo por la provincia, desaparecer por algún rincón, irme un par de días por Barcelona o Madrid visitando a la familia y frikeando.

Otra cosa ya es lo de soñar despierto, imaginando que me compraría si tuviera millones a cascoporro. En ese caso la vivienda también sería mi prioridad y tampoco me compraría un Mercedes o un BMW, quizá un Saab por lo de la seguridad o ya puestos un Delorean, que gasta una barbaridad, pero en mi sueño seguro que es la mar de económico y respetuoso con el medio ambiente, ¿Qué pasa?

Uno de esos días absurdos

Hoy es un día de esos absurdos, me encuentro desubicado, tenía mil cosas que hacer y al final tengo la sensación de no haber hecho nada. También me han ayudado unos cuantos clientes mareones que se han pasado por aquí para entretenerse haciendo preguntas tontas y pidiendo que les mostraras esto o aquello, para al final no comprar nada.

No se como me las arreglo pero últimamente acabo metido en las conversaciones más extravagantes, e incluso inverosímiles, para mí claro, que no termino de creerme como me encuentro en una conversación sobre el mundial o el Roland Garros. Y todo esto por culpa de empezar a hablar del tiempo, te van enredando y al final no sabes como escapar de la situación. Y ya sabéis lo que me la sopla a mí el deporte televisivo (por que el pressing catch y la lucha mejicana no se consideran deportes, ¿no?).

Pero pese a todo lo dicho en este post y anteriores, hoy me siento bien, porque mi hermana Violeta ya tiene una casita de su propiedad allí en Madrid, porque mi hermana Aurora y yo somos el dúo más destroyer del Singstar cantando el “I’m Walking on Sunshine” de Katrina and the Waves (y reto a una competición a quien se atreva a dudarlo :D), porque he soltado muchas cosas que me estaban ulcerando las tripas, porque después de todo esta tarde he hecho buena caja y porque en la puerta me está esperando una señorita para que la lleve a cenar y no voy a dejar que se impaciente.

Besos.

La compasiva Glumdalclitch y el enorme Quinbus Flestrin

Aunque me gustan mucho los relatos y novelas de aventuras, he de reconocer, para mi vergüenza, que nunca había leído Los Viajes de Gulliver. De hecho aún no lo he terminado, pero me queda tan poco y me tiene tan enganchado que, con sentarme un par de veces más con él, lo habré liquidado en breve.

Recuerdo que de pequeño me regalaron un libro con la historia de Liliput, del mismo formato que los tebeos de tapas duras, con grandes y preciosas ilustraciones y poquito texto al pie de página. Durante años creí que las aventuras de Gulliver se reducían a lo que le acontecía con liliputienses y blefuscudianos, y me sorprendió que aquello apenas era una cuarta parte de la novela.

Una de las cosas que más me están gustando del libro es la manera de narrar de Jonathan Swift, parcamente descriptiva, quizás demasiado en algunos capítulos, dejándote con ganas de saber más sobre los países que va visitando el protagonista y las gentes que los habitan; una buena artimaña para engancharte a la narración. Frecuentemente describe algunos detalles de un personaje, localización o costumbre local, y en el capítulo siguiente añade unos pocos (muy pocos) más, sin por ello dar la sensación de dar saltos, sino más bien esa cualidad que tienen los oradores o viejos cuenta cuentos de soltar y retomar tramas, olvidar y recordar detalles y reinsertarlos con completa naturalidad.

Otra muestra de la genialidad de Swift es que la historia funciona a dos niveles, como cuento de aventuras juvenil y como relato crítico, plagado de ironías, sobre la sociedad, la política y el ser humano, donde los nuevos mundos que visita Gulliver no son otra cosa sino exageraciones de los defectos y mezquindades humanas. Bueno y algunas virtudes también, pero menos.

El personaje que más me ha gustado de momento, a parte del propio Gulliver, ha sido la adorable Glumdalclitch (que significa pequeña niñera en la lengua de los gigantes) que es la niña que se encarga de los cuidados de Gulliver, con el que mantiene una relación de afecto muy particular, como si fuera una mascota a la que trata con cariño y sumo cuidado por su tamaño. Gulliver también siente un cariño especial por la niña, principalmente porque mientras su padre le explotaba exhibiéndolo públicamente durante horas, día tras día, hasta el punto de enfermar y estar al borde de la muerte (motivo por el cual, el inhumano gigante, decide explotarlo más si cabe y aprovechar el poco tiempo que parece quedarle de vida), Glumdalclitch es la única que le protege y sufre con él, con lágrimas en los ojos, las barbaridades que le inflinge su familia.

X-Men 3: Lorequismentré

Hace más de una semana que fui a verla, con lo cual esta crítica está reposada, aunque tampoco hacía falta, mi opinión no ha cambiado. Me parece mala.
La única que me ha gustado, realmente, fue la segunda; la primera me pareció regulera, pero con algunos aciertos importantes y esta es para mi la peor de las tres.
Cuando digo que me parece mala tampoco la pongo al nivel de Rottweiler, no es ni de lejos tan nefasta, execrable e insultante.

Dejaría la cosa aquí y pasaría a otro tema sin perder más tiempo en esto, pero como se que no os vais a conformar si no pongo los motivos por los que opino así, aquí van:

-Los personajes no me cuadran. Varios de los personajes no parecen ellos en algunos momentos de la película. Por ejemplo: Lobezno llorando, Lobezno soltando arengas “Semos los Ixmen”... Se que alguno dirá que sí que en tal o cual cómic esto y lo otro, pero yo no he leído casi nada de la Patrulla X, lo más mutante que he conocido ha sido Excalibur y mi opinión es ciñéndome a las películas.

-La historia no me atrapó en ningún momento y no paraba de cambiar de postura en la butaca esperando que aquello levantara el vuelo, pero nada.

-Muere Cíclope. Y encima al poco de empezar la película y en manos de Grey. Me tocó los cojones pero bien.

-No sale Rondador. Otra tocada de huevos. Sí, se que no es un buen argumento pero me da igual.

-Mutantes que salen para ocupar metraje y no aportan nada a la historia. Entre ellos Ángel y eso que es de los que más sale.

-El final. Y me refiero al de después de los títulos de crédito. ¿Para eso me habéis hecho esperar? ¿Para eso? Vaya puta mieghhshskffffffffff ffffff y más ffffffffff

Y como puntos positivos pues:

-Sale Kitty Pride.

-Sale alguna jaca de buen ver. Mystica sin pintura está que cruje, no me lo negareis.

-Y… esto… ya está.

Cuanto tiempo

Hola, querida bitácora, cuanto tiempo.

Como supondrás han ocurrido muchas cosas en el tiempo que no te he escrito, y no es que me hubiera olvidado de ti, que va, pero estaba liado, muy ocupado con la empresa, he vuelto a mudarme y no he tenido Internet en algún tiempo, pero sobre todo no he estado de ánimos, no solo para escribirte si no para nada. Durante algún tiempo solo venía a trabajar y me iba a casa a dormir, y mi habitual mutismo ya era una zombificación alarmante. Esas preocupaciones que me rondaban la cabeza no han dejado de hacerlo, la empresa me da los mismos y más problemas, y sentimentalmente…, ejem… el terreno sentimental mejor lo obviamos ¿vale?

Pues sí, hace ya más de un mes que tengo la tienda abierta. Es pronto para decir nada. La gente no para de preguntarme que tal va, pero no lo se, y hasta dentro de bastantes meses seguiré sin saberlo, ahora todo son gastos. Tengo que hacer todavía bastantes pedidos de material para llenarla. Acabo de poner el aire acondicionado, que es una pasta, y todavía estoy pagando toda la publicidad que he sacado, que es un pastón. Así que ya te contaré que tal va.

Ya tengo varios clientes habituales que se pasan casi todos los días. La mayoría eran completos desconocidos antes de abrir la tienda y otros amigos de hace tiempo o amigos de amigos que apenas conocía. Pero en casi todos ellos hay unos puntos en común: son frikis y les gusta el retro (o antiguo, como prefiere decir Sergio-Benimaru), aunque esto es una redundancia por que si te gusta el retro, inevitablemente, eres friki.

Circula por aquí una fauna de lo más variopinta: Los nens (playstation 2), los papás y cuarentones jugones (playstation 2), jovenzuelos no nens, treintañeros y parejitas (PS2, XBOX, PC), niños (NDS, PSP, PS2) y luego están los auténticos jugones, los que lo tienen todo, desde la NES hasta la XBOX360, y por supuesto los alternativos (no gafapastas, ojo) que tienen la gamecube, esperan con ansia la nintendo wii y siguen venerando a la dreamcast. Por supuesto esto es a grosso modo, hay nens que tienen xbox o pc, o parejitas nintenderas o niños locos por lo retro, etc. Ya te contaré anécdotas, y vicisitudes varias, como por ejemplo el juicio que he tenido esta mañana por una “apropiación indebida” de dos juegos.

Aquí te dejo una foto de uno de mis clientes habituales, el Anakin de la PS2, el devastador de dual shocks, el devorador de chupachups rojos… dispuesto a filetearme si no me devuelven enseguida el X-Men III.