Scythe Lore

Idas de pelota en general y onanismo musical en particular

jueves, agosto 31, 2006

Hey Ho!

Lamentablemente Jose y Celia se vuelven a Nápoles, pero seguro que para cuando queramos darnos cuenta están de nuevo aquí. Nos despediremos de ellos cenando y meneando el esqueleto como debe ser, porque…

Ya sabéis que día es hoy
Ya sabéis lo que toca esta noche
¿Todos preparados?

Let’s Go

Blitzkrieg Bop


I Wanna Be Sedated


Pet Cematary


Spider-Man


Happy Birthday, Mr. Burns


I Don't Wanna Grow Up (ya se que es de Tom Waits, pero que buena versión)


I Believe in Miracles (ya se que son Pearl Jam, pero que buena versión)

martes, agosto 29, 2006

La persistencia de la memoria

Todos tenemos secretos, cada vez menos porque, como cantaban los Queens of Stone Age, se ha perdido el arte de guardar un secreto. Aun así tenemos alguno, aquellos que solo han sabido nuestras parejas o esos que solo contamos a un amigo, y queremos creer que ellos no cuentan a nadie más. Pero quiero hablaros de los verdaderos secretos, los que no sabe nadie aparte de nosotros, los que jamás saldrían de nuestra boca porque nos avergüenzan tanto que seríamos incapaces. Yo no tengo esos secretos.

Supongo que ahora mismo estaréis pensando que o bien os estoy mintiendo o que tengo la lengua tan suelta que ni algo tan íntimo puedo guardar. La respuesta es no a ambas. He tenido y tengo secretos, en concreto uno, que aunque hayan pasado tantos años todavía resuenan en mi conciencia y me quitan el sueño. He sentido tantos remordimientos que no volvería a hacerlo. Quizás a otros no les parecieran tan terribles, pero soy yo el que tiene que soportar a mi conciencia y es realmente persistente. También soy consciente de que ese es uno de esos fantasmas que llevo a cuestas y que más me ha ido cambiando el carácter con el tiempo (como comentaba hace un par de entradas). La cuestión es que desde hace años no lo se solo yo. Por ironías de la vida fue a averiguarlo una chica a la que apenas conocía en ese momento y para más inri no nos caíamos demasiado bien. No os podéis imaginar como estaba yo, quería que la tierra me tragara o un rayo me partiera en dos, lo que fuera más rápido.

Después de una semana cruzándonos y no saber donde meterme o hacia donde mirar, una manita me golpeó en la espalda para que me girara, era ella.

-¿A que hora terminas?
-Esto…. A las diez.
-Te espero en la puerta –y se fue.

Aquella noche fuimos paseando uno al lado del otro sin hablar, hasta que ella se sentó en los escalones de un edificio y me señaló que hiciera lo mismo. Comenzó a hablar, y hablar, durante una hora no paró y yo la escuchaba atentamente. No me recriminó nada, no habló de mi secreto. Me contó el suyo. Como le afectaba, como lamentaba no poder volver al pasado y cambiarlo todo. Solo se arrepentía de una cosa en la vida y era de aquello. Lloró amargamente. Cuando quise darme cuenta la estaba abrazando. Se secó los ojos, intentó sonreír y me dijo “ya estamos en paz” y se marchó.

Con el paso del tiempo han aumentado los secretos que nos hemos contado, y estoy seguro de que lo siguen siendo, nadie de su entorno ha sabido que existo, ni nadie del mío que existe ella. Hasta ahora.

Hace tiempo que ella se fue a vivir con su novio a una isla, a una casita con jardín que ha tenido que vallar para que no se le escapen los erizos y desde donde ve ponerse el sol. Por eso últimamente no hablamos mucho, solo cuando baja al pueblo a comprar, se conecta a un ordenador y si coincidimos nos saludamos, nos preguntamos cuatro tonterías y poco más.

Cuando suena el teléfono y veo su nombre en la pantalla ya se que está en Alicante visitando a la familia. Quedamos, paseamos, hablamos y parece que no haya pasado el tiempo. Este sábado sonó el teléfono y en la pantalla ponía su nombre. Fuimos al cine. Creo que la primera vez que íbamos juntos y mira que hablamos de películas. Luego fuimos a un exótico y solitario pub, nos tumbamos en el rincón y fuimos acabando copa tras copa mientras hablábamos de esto y de aquello.

-Dentro de un momento llamará mi novio y me preguntará que hago y con quien estoy. No quiero mentirle más.
-Pues dile la verdad, que estás con un amigo.
-Me preguntará que amigo es y que porque nunca le he hablado de ti. Además aunque él también te conociera se seguiría poniendo un poco celoso.
-Vaya, creo que he oído eso antes.
-¿Alguien te ha dicho lo mismo?
-Al menos la parte del novio celoso. Y no sería la primera vez que pierdo contacto con una amiga al echarse pareja.
-Ahora cuando llame le contaré la versión corta. Cuando vuelva a casa ya se lo contaré todo. Pero se va a molestar, lo sé.
-¿Todo?
-Bueno, le diré como te conocí, que tipo de amigo eres y el resto seguirá entre tu y yo.
-Vale… entonces ¿puedo hablarle a mis amigos de ti?
-Claro.
-¿Sabes? Hay algo de todo esto que me recuerda a Lucía y el sexo.
-Pues porque no me has visto en moto por la isla, que si no te cagas.

QOTSA - The Lost Art of Keeping a Secret

sábado, agosto 26, 2006

I remember doing the Time Warp

Hace un par de semanas Unicómic y el Consejo de la Juventud de Alicante, como cada año, organizaron la proyección del Rocky Horror Picture Show, participativa por supuesto, con el público bailando, tirando arroz y soltando todo tipo de improperios a los intérpretes del espectáculo (es que la gente viene con muchas frustraciones de casa y necesitan desahogarse).
Fue divertida, el público era bastante más gamberro y tenía más ganas de hacer el loco que en otras ocasiones, al menos eso me pareció. No me puse las medias de rejilla ni las gafas de transilvano, simplemente me limité a ponerme la camiseta, cruzar los brazos y apostarme en la puerta poniendo cara de Harry Callahan a aquellos que se atrevieran a encender un mechero (imaginad una sala de proyecciones abarrotada, con el público cornupetado de papeles de periódico), lo sorprendente es que realmente me temían, glups.

Ayer volvimos a ponernos las camisetas (yo creo que lo de que vamos de despedida de soltero ya no cuela) y fuimos a casa de Joan a visionar la grabación del acontecimiento. Tras echarnos unas partidas José y yo al Star Wars Battlefront (como buen Ewok que es él y como mediocre Stormtrooper que soy yo, me vapuleó) y mientras cenábamos de puta madre gracias a Joan y su chica, que fueron unos excelentes anfitriones, nos partimos la caja con ese vídeo que es la risión y el despiporre (por favor que alguien ponga alguna escena en youtube).

Tras esto, y que conste que contra mi voluntad, me llevaron a consumir brebajes espirituosos y menear el esqueleto por los locales habituales del barrio. La cosa se fue saliendo de madre, con un par de cervezas y otro tanto de lambrusco, unas cuantas mentiretas y no se cuantos plis-plays en el cuerpo yo quería irme ya a casa porque hoy había que trabajar, pero José me susurraba al oído cual diablillo “hoy cerramos el Cherokee y el Clancaaaaaaa…” y la compañía era tan agradable que me fui dejando llevar. Lo del Clanca ya era demasiado, así que en un despiste, me despedí de las dos Celias y Jaime y salí por piernas.

Eso sí, esta noche cerramos el Clanca también.

Venga una vez más, un saltito a la izquierda…


Y por supuesto la mejor escena, al menos para mi, con Meat Loaf rockeando a los transilvanos

lunes, agosto 21, 2006

Si alguna vez fui un ave de paso

Hay que ver lo que cambiamos con el paso del tiempo, algunos dicen que no es así, que las personas siempre somos iguales, para bien y para mal, pero constantemente veo que no es así, quizá algunos siguen siendo los mismos en lo esencial, tienen la misma personalidad y solo han variado algo el carácter o la percepción que tienen del mundo que nos rodea y como lo afrontan.
Desde hace tiempo que de vez en cuando me cruzo con antiguos compañeros de estudios, amigos, etc, que hacia tiempo que no veía, y es verdad que algunos, pocos, no han cambiado nada. Por ejemplo Carlos y Rosa (Carlakos y Rosánkana en el instituto), son uno de esos pocos casos, son los mismos de siempre, igual de risueños y cachondos, dispuestos a invitarte a unas birras mientras berreáis ese estribillo de los Saxon o los Maiden, da igual que tengan una casa en común, que se hayan casado y tengan un niña preciosa… pero preciosa preciosa de verdad, que anda (o lo intenta) desde hace una semanita; son ellos, se miran a los ojos, sonríen y ves que siguen enamorados, no como cuando eran unos adolescentes, pero casi.
Sin embargo otros como el Sr. F. (prescindiré de poner su nombre), diría que han sido abducidos o que una entidad extraña ha poseído sus cuerpos como las vainas de La Invasión de los Ultracuerpos, hablo de una persona con la que podías mantener una conversación interesante durante horas y horas sobre casi cualquier tema, y ahora todo su repertorio se reduce al BMW que se ha comprado tal “cabrón”, el chalete en la playa de su cuñado, los millones que gana y/o se gasta la querida de nosequién, etc, etc. Por no decir la de puñaladas traperas que va asestando por la espalda a todos y cada uno de los que nombra. Vamos, una joyita que a los cinco minutos te hace morirte de ganas de espetarle un “MEABUUUUUUURRO”, pero servidor, lamentablemente, es educado y se limita a mirar al tendido y asentir de vez en cuando mientras mira el reloj y dice “uy, pero que tarde se me hace”.
Quizá estos dos casos estén en puntos extremos, pero he visto más de los últimos que de los primeros, y está claro que nos ocurre a todos, y aunque sea poco la vida nos va cambiando. Lo hablaba hace un par de días con un amigo, como al pasar el tiempo nos enfrentamos de distinta manera ante una situación similar, como aquello que antes te gustaba tanto ahora te parece insulso, como esa película que jamás te gustó ahora te parece una genialidad o esa canción que no te decía nada ahora se te clava en el alma. Por ejemplo en mi caso siempre me ha gustado Serrat, no ha sido una pasión pero desde niño lo he oído en casa y me sé unas cuantas canciones suyas de memoria. Pero de repente un día, después de tanto tiempo de tenerla ahí grabada en la cabeza, con un montón de años más y unos cuantos fantasmas del pasado a cuestas, te encuentras cantando Lucía o Aquellas Pequeñas Cosas y no puedes evitar la congoja y que el corazón se te llene de amargura.

Aquellas Pequeñas Cosas

jueves, agosto 17, 2006

El Cofre del Hombre Muerto

La peli me ha parecido entretenida, está bien aunque, como siempre, muy laaaaaarga, con escenas estiradas innecesariamente o que sobran. Vamos, como casi todo el cine comercial de hoy en día.

Referente a lo de los "supuestos plagios" que se comentan por ahí, esos mismos que no hace mucho escribía Pableras en su blog, tengo que decir que no me parecen plagios, más bien un expolio mayúsculo a obras como La Isla del Tesoro o el Monkey Island.

Aunque el hecho de que salgan los caníbales, el pantano y la sacerdotisa voodoo del Monkey, o que haya una escena navegando sobre un ataud con el brazo de un muerto, es más estilístico que otra cosa, incluso lo del Cofre del Hombre Muerto y Davy Jones tampoco es totalmente original de la obra de Stevenson, como bien apuntaba Pablo, si no leyendas marineras que ya circulaban en canciones taberneras y cuentos nocturnos. Hasta lo de que Jones sea tan Cthulhuniano o Lovecraftiano, como prefirais, me da un poco igual, incluso queda chulo. Pero que toda la trama principal sea tal cual la historia del corazón de El-Kerim de Las Aventuras de Simbad, eso sí que me toca la "moral", hombre ya.

Eso sí, bastante divertida.

La Zero tampoco sabe igual.

El Aquarius de cola sabe a orines de mono titi (y no es que yo los haya probado)

Sí, pese a las advertencias me pudo la curiosidad.

:D

Chris Cornell - Preaching the End of the World

miércoles, agosto 09, 2006

In The Wee Small Hours Of The Morning



In the wee small hours of the morning
While the whole wide world is fast asleep
You lie awake and think about the girl
And never ever think of counting sheep

When your lonely heart has learned its lesson
Youd be hers if only she would call
In the wee small hours of the morning
Thats the time you miss her most of all

jueves, agosto 03, 2006

Con paciencia y una caña

Dicen que todo llega para quien sabe esperar, ahora sí, lo que hace falta es que dure. Han sido muchos meses de esquizofrenia, las largas y desesperantes esperas para el proyecto y los permisos, las interminables reformas, semanas enteras de casi ni comer ni dormir dando ese último retoque que luego es el penúltimo y luego el antepenúltimo, y de nuevo las interminables esperas: que si no terminan de colocar el suelo, que si los luminosos se retrasan… al final se inauguró, tomé aire y descansé un poco, pero solo era la calma antes de la tormenta, han sido muchos meses apurado, con los pagos pisándome los talones, con esas novedades que no llegaban y que casi dabas gracias, porque si llegaban había que pagarlas, y no sabias que era peor. Las sorpresas inesperadas, como la de darme cuenta que durante meses la seguridad social no me estuvo domiciliando el pago de autónomos y entre pagos pendientes e intereses me encontraba con una deuda de miles y miles de euros. Si a todo esto le sumamos problemas personales, discusiones familiares, etc, pues ya tenemos un “cacao maravillao”, como dice mi amigo Juanma, de tres pares de narices, vamos que todavía no se como no me ha salido una úlcera.

Ahora me río, al acabar el día miro la caja y pienso en lo que me han pagado de sueldo en empresas de mierda durante todos estos años y me parto. Ahora me pegaría unas vacaciones a tutiplén, a que me cuiden, me den masajitos, me traigan la bebida a la hamaca y recuperar esos kilos que he perdido (no, eso no que es lo único bueno que ha tenido todo esto), porque, como me dicen mis amigos, me lo merezco. Pero es el primer año, queda mucho trabajo por hacer, tengo que traer varias vitrinas para todo el merchandising que me van a enviar y todo lo de segunda mano y retro, que ya no tengo ni sitio donde meterlo. Aun así cuatro días no me los quita nadie para visitar un punto todavía no decidido de Andalucía, probablemente Úbeda o Baeza, en buena compañía.
Y, para ponerle la guinda al pastel, me acaban de ofrecer un programa sobre videojuegos en una radio local, algo que me hace especial ilusión (preferiría uno sobre música, para que os voy a engañar) la lástima es que se emitirá en un horario que me es totalmente incompatible, así que solo haré algunas colaboraciones puntuales vía telefónica en vez de conducirlo personalmente.

Ahora me voy a comer, mientras veo otra joya del maestro Naschy en DVD.

martes, agosto 01, 2006

Esa mujer se merece una venganza... y nosotros morir

¡OJO!, SI NO HAS VISTO KILL BILL VOL. 2 AL FINAL HAY UN SPOILER. CONTINUE BAJO SU RESPONSABILIDAD.

Hace tiempo que no llevo mis deberes cinematográficos al día, pero voy subsanándolo poco a poco alquilando en dvd lo que se me ha escapado en el cine. Últimamente he visto, entre otras, La Morada del Miedo (muy flojita), La Llave del Mal (interesante), Life Aquatic (extrañamente bella) y la preciosa Cinderella Man, la actuación de Paul Giamatti me dejó sin habla.
Una de esas pelis que se me escapó fue Kill Bill. Como parecía que a casi todo el mundo le había gustado, aunque estaba dividida la opinión de que volumen era el mejor, me arriesgué y hace ya unos cuantos meses, cuando bajaron de precio, me compré las dos partes y me puse la primera. La decepción fue tan mayúscula que hasta ahora se me habían quitado todas las ganas de ver la continuación.
El pasado domingo me la puse, con más ganas de quitármela de encima que de verla realmente, y la sorpresa fue colosal. No me esperaba para nada tal cambio de ritmo, ni que fuera un film más contemplativo, donde los diálogos tienen el peso de la trama y mucho menos esa banda sonora homenaje a las que hizo Morricone para los westerns de Sergio Leone. Los sucesos que llevan a los protagonistas a toda esta oleada de muerte y destrucción tienen aquí una explicación más detallada y creíble, y los personajes están más perfilados, Bill ya no solo no es un malo tan malo que parece actuar irracionalmente, si no que resulta carismático, de la misma manera que La Novia ya no es solo la buena que pide su justa venganza, para ser un personaje más complejo. Algunas escenas como la del test de embarazo o la de la muerte de Bill son antológicas, ¿de que otro modo podría haber muerto este hombre, enamorado y despechado, si no con el corazón destrozado?

The Hellacopters - Everything is on TV