Hace tiempo que no hablo sobre mi ni sobre como me va la vida y la verdad es que no me apetece, y se ha convertido ya en la filosofía de este blog: hablo de cosas que me gustan, principalmente de música y de vez en cuando alguna anécdota puntual. Vamos que este blog no es un diario personal; realmente creo que nunca me lo planteé como tal. Las personas que tienen que saber como me van las cosas, las saben, hasta los que están lejos. Quizá sea verdad lo de que me “excedo de reservado” como me decían el otro día, pero es que no me apetece nada hablar sobre mi, se me ocurren temas mucho más interesantes, pero aun así esto es lo más “entrada de diario” que he escrito en mucho tiempo:
La semana pasada ha sido rara, más bien absurda, he estado casi todo el tiempo apático y desubicado a la vez. Quizá sean efectos secundarios de las biodraminas (es una coña entre los colegas cuando hablamos de chicas que nos marean o que no terminamos de saber que quieren o esperan de nosotros, aunque a veces la cosa es mucho más sencilla y nos mareamos nosotros mismo, que también pasa). A esto se une que llevo dos días sin pegar ojo, y no es porque haya estado haciendo el gambitero, que sí, lo he hecho. Simplemente llego a casa y tengo los ojos abiertos de par en par, leo, veo unas pelis, lo vuelvo a intentar y nada, como un poco, chateo, me tomo otra biodramina y nada… me llama una amiga para preguntarme si le hago una visita, a Denia, miro el horario de tren y veo que me daría tiempo a estar menos de 20 minutos allí, le digo que mejor en otra ocasión y paso el día entero allí, tenemos una conversación absurda y me tomo otra biodramina. Leo, doy vueltas, vuelvo a chatear, y otra… Me veo un par de capítulos horribles en la tele, me llama mi amiga Silvia, ha decidido finalmente cortar con su novio, dejar Ibiza y volver a Alicante y hablamos de las tonterías de siempre, que si los hombres tal y las mujeres cual, hablamos de cuando nos conocimos, nos ponemos tontos y me tomo otra…
Y me pregunto por qué? No tengo pareja, ni rollos, ni líos, ni nada de nada, es más hasta a veces me sorprendo evitándolos. Pero luego, no se por qué me encuentro comiéndome la cabeza con gilipolleces
En fin, empecemos el lunes. Chispea, truena a lo lejos y es el momento ideal para poner a Tom Waits: Starving in the Belly of a Whale